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Mi bebé no es gordita, algo hice mal.

 

Como saben la nena ha estado muy malita, primero fué una infección respiratoria, después de eso comenzó con diarrea. Como siempre yo muy angustiada llamé al pediatra el cual me aseguró no sucedía nada grave, enterogermina  una suspensión de esporas de Bacillus clausii, habitantes normales del intestino, por 5 días. La nena mejoró notablemente pero aún así se negaba a probar alimento alguno, lo único que pedía era titi (pecho) y yo me quedaba tranquila pues sé que por lo menos hidratada y alimentaba estaba.

Hoy estuvo un poco mejor, comió un poco de fruta por la mañana y otra vez titi. Hemos tenido las tetadas más largas de nuestra historia de lactancia, hoy por lo menos hubo una de 40 minutos. Yo estoy completamente segura que el beneficio es grande para ella, más cuando está tan enfermita, pero algo le sucede al padre que no termina de convencerle. Uno de esos días cuando estábamos por salir para llevarlos al kinder, Sofi sólo quería tomar pecho y se lo dí, acto seguido el padre le trajo un jugo de esos pequeños de cajita con un popote y agregó «Por lo menos que tome jugo» la nena se negó y el le dió dos o tres tragos muy a la fuerza. Yo no dije nada, hasta este punto sólo estaba mal humorada porque mucho le he platicado lo que contiene mi leche vamos tengo un blog casi dedicado a promover la lactancia como para recibir ese tipo de comentarios que en realidad me hacen sentir que no doy suficiente a mi hija, lo que pensé en ese momento fué que él prefería darle tres tragos de jugo en lugar de la leche materna, no opiné que para eso tengo el blog y no me metí en ningún lío.

Antes de llegar a la escuela le dí pecho y por lo menos yo me quedé tranquila, pues ella por lo menos estaba hidratada y sólo serían tres horas ahí, al recogerla la maestra me dijo que tomó mucha agua y que probó un poco de arroz que le había mandado. Hasta este punto todo está bien.

Al final de la semana, el viernes escucho un comentario como este » A ver si el sábado o domingo intentas darle menos pecho para que coma un poco más». Sí yo hervía, pero igual no dije nada, respondí que sí, que así haríamos. Y toda esa tarde la nena pegada al pecho, total estábamos las dos solitas y podíamos.

Hoy sábado, la nena no había hecho más diarrea, al fin felices porque ella parecía estar restableciéndose, tenía un poco de hambre lo cual era buena señal, pero luego de un rato me pidió titi y así medio dolorida por que ha sido mucho tiempo en estos días de amamantarla me acosté con ella para darle y de paso que durmiera una siesta. Para nuestra sorpresa se acerca el padre y le dice a la nena «¡Ya Sophia deja esa titi, ya estás muy grande para eso!» me sentí fatal, lo que quiera decir está bien que me lo diga a mi, ¿pero a la criatura? y se lo dije, en un tono bastante lindo y agarrando paciencia de quién sabe donde: «¡No le digas eso!» a lo cual respondió » Tú bien lo sabes,¡ya está muy grande para eso!» y se fue.

Ya estaba un poco sensible, entre sentirme culpable e insegura, me comienzo en esos momentos a cuestionar tantas cosas, desde sentir que la crianza natural es pesada cuando todo el mundo te señala pero se vuelve casi insostenible cuando en tu propia casa se te señala, he explicado varias veces, he ido a reuniones con la liga de la leche, pertenezco a un grupo de madres que dan el pecho y a bebés mucho más mayores que la mía, intercambio información sobre lactancia prolongada en twitter y en facebook, en este punto me pregunto si él no me sigue o si no es mi amigo en Facebook, si no lee mi blog… Y me surge preguntarle ¿Alguna vez has leído mi blog? 

– Pocas veces, cuando me sale anunciado en Facebook.

-Wow 

No sé porque tengo la sensación de soledad, tristeza, un algo de desconcierto y preocupación. Claro, no escribo para que él me lea, escribo por necesidad, por gusto, la mayor parte de las veces por pasión pero sobre todo porque estoy convencida que este grupo de madres blogueras estamos aquí para ayudar a otras, ese es el principal motor. Y entonces me doy cuenta que seguramente es por eso que no me lee (me convenzo de ello) pero una no se puede hacer bruta a una misma.

Así salimos a comer y ya en el restaurante me llega la última bomba «Mira mi nena, qué flaquita está» -«Pues sí, estuvo enferma a penas ahora se está reponiendo, además ¿de dónde quieres que sea gordita? mira tu eres flaco y yo siempre he sido delgada, desde bebita me dices que le demos formula para que esté gordita, que a ver si cuando le dejo de dar el pecho entonces ella engorda» -«No es un ataque a ti, sólo estoy diciendo que está muy flaquita, mírale las ojeras, ¿no se las notas?» «Pues sí, pero que ha estado enferma te digo, es normal» Fatal, fatal, fatal… Patética yo llorando en un restaurant y es que siempre he sido muy de lágrima fácil, casi que no logro contenerme y vaya que hago el esfuerzo.

Me sentí ofendida, desvalorizada, un poco o mucho tirada al olvido. Entonces este hombre no sabe lo que tengo en la mente, no sabe los libros que he leído, menos mis convicciones o de lo que hablo, promuevo y comparto. Y este hombre duerme a mi lado.

El problema más allá de entendimiento creo que tiene que ver con la onda cultural un bebé ″gordito″ en nuestra cultura se ve a menudo como un bebé sano y hermoso. Es más, se considera que una mamá que tiene un bebé gordito, es una mamá que está haciendo un buen trabajo. ¿Han visto las fotos de mi niña? pues lejos está de tener un poco de grasita. El hecho de que un bebé sano se haya asociado durante mucho tiempo en nuestra cultura con un bebé que se ve ″gordito″ tiene su lógica, Un bebé gordito tenía más posibilidades de sobrevivir un problema de salud que uno que no estuviera bien alimentado. De ahí viene en parte el valor que le dan muchas culturas, incluida la nuestra, a un bebé con exceso de peso.

Mi leche le aporta a mi hija, según estudios científicos: 

“Aún mucho después del primer año de vida, la leche materna continúa proporcionando cantidades sustanciales de nutrientes clave, especialmente proteínas, grasas, y la mayor parte de las vitaminas”.
–Dewey, 2001

En el segundo año de vida (12 a 23 meses), 448 ml de leche materna proporcionan:
29% de requerimientos de energía
43% de requerimientos de proteína
36% de requerimientos de calcio
75% de requerimientos de vitamina A
76% de requerimientos de ácido fólico
94% de requerimientos de vitamina B12
60% de requerimientos de vitamina C
–Dewey, 2001
El amamantar durante y después de la infancia ayuda a los bebés y a los niños pequeños a hacer una transición gradual hacia la niñez plena. La lactancia materna es una manera cálida y amorosa de cubrir las necesidades de los niños pequeños. Les ayuda a calmar las frustraciones, golpes y heridas, y el estrés diario de la niñez temprana.

Después de escribir/leer todo esto, ¿alguna podría explicarme porqué me sigo sintiendo culpable? Sé que estoy haciendo un gran trabajo y que nunca lograré que mi hija se vea gorda, pero si de casualidad el padre de la criatura lee esto, me encantaría supiera que las palabras tienen gran peso y pueden afectar a la seguridad de cualquier persona, incluida la hija.

No sé qué tanto más logremos soportar la presión social, espero que el día que dejemos la lactancia sea por nuestra decisión, de no ser así me sentiré triste por no tener el valor de luchar con tanta gente y es que estar involucrada en problemas es algo que no va con mi naturaleza…

Seguiremos informando…

 

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Destete: día 1

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La decisión:

El principal motivo para destetarla es el dolor, no hemos logrado en estos 16 meses saber qué es lo que lo produce y porqué. He leído por lo menos una decena de libros sobre lactancia, youtube al derecho y al revés, blogs, revistas, asistido a grupos de la liga de la leche (3 diferentes) sospecho qué es lo que puede ser pero no tengo idea de cómo remediarlo. Pienso que el problema es el agarre y aunque entiendo cómo debería de ser no logro ponerlo en practica. Llevamos 16 meses con dolor, enrojecimiento y ardor.

Táctica:

Lo principal para mi es que ni ella ni yo suframos por eso decidí que el destete debe ser paulatino, sin presión, sin ansiedad, sin culpas. Una vez tomada la decisión se lo dije a Sophie: «mi amor a mami ya le duele mucho, ya no quiero dar titi, pero te amo igual y podemos abrazarnos mucho» no sé si me entendió pero sé que me abrazo al terminar de hablar.

Una toma a la vez, elegí un momento de vacaciones donde estamos los cuatro y pudiera tener ayuda a la hora de dormirla (ella sólo duerme con pecho).
Hace tres siestas en el día, así que el plan era: desayuna, jugamos, nos abrazamos y se la doy a su papá, él la carga, la abraza y la durmió en 10minutos, sin llantos, sólo con abrazarla y cargarla 🙂 . En la mañana no hubo estrés, no me sentí mal y ella también tranquila.
Cuando despertó me metí a bañar con ella y hoy me dí cuenta de lo cuidadosa que debo ser porque al desvestirme mi hija me ve con cara de deseo 😛 Jaja. Ella jugó mucho en la tina y yo tuve que sacarme un poco de leche pues ya estaba un poco congestionada.
La tarde normal, tranquila. Comió mucho más de lo que acostumbra, tomó jugo, agua, yogurt. Salimos a dar un paseo y a las 4pm fué su primera toma del día porque ella lo pidió (No ofrecer, no negar) yo también necesitaba darle porque otra vez estaba un poco «llena». Tomó poco porque le pregunte si quería después seguir jugando, volteo y dijo «aja» entonces fué una tetada de 10 minutos tal vez y le trate de dar de los dos pechos para aliviarme un poco.
Llegamos a casa, comió merienda, luego cena y ahora mismo la amamanto para dormir, no me imagine que el día se reduciría a dos tomas, pero me alegra que no la estemos pasando mal, que ella no sufra, y que yo no tenga culpas. 
Las tomas de la noche aun no las tengo pensadas pues ella duerme conmigo, primero el día, ya me preocupare por lo demás luego.
Veremos cómo vamos mañana….
Me voy que este angelito ya me soltó y ha quedado borrachita de leche 🙂
A mañana!

 

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Lactancia prolongada, seguimos en el camino.

 

‘Nuestra sociedad no lo admite, pero el destete es siempre una pérdida para la madre’ Carlos González.

Esta frase me ha resonado fuerte en la cabeza.
Hoy he llorado, después de «decidir» destetar a mi bebita porque a mi vista era suficiente, ella no soltó ni una sola queja, como aquella persona que sabe del tema y se queda callada esperando que la otra lo aprenda. Y aprendí.

Es un sentimiento fuerte, sólo las madres que han pasado por esto pueden entenderme, duele cortar un lazo tan solido, tan cálido, duele físicamente y sentimentalmente. Y hay opción de enmendar, de equivocarse, de seguir, de reafirmar, de pensar, aprender y luego continuar.

¿Mi razón principal para destetar a mi bebita? que nadie se atreviera a juzgarla, a juzgarme. Que nadie nos señalara. ¿Qué fuerte verdad?
No podría soportar que alguien en la calle le dijera «¡pero qué grande! ¿ y tomas bubu, no te da pena? ¡Guacala!»

Nuestra sociedad no esta acostumbrada a ver un bebé de 18 meses amamantado. En algunos casos es vulgar y los comentarios son agresivos. Es una gran carga para las madres que decidimos continuar.

Podría ser que mi pecho ya no aporte el alimento necesario, pero ya no se habla de «alimento» ya se habla de aporte sentimental, de ambas partes. Es la ternura de una personita necesitando otra para sentirse tranquila, para dormir, para jugar, para simplemente mirarse a los ojos. Al parecer eso fué exactamente lo que me falto a mi, mi bebita cerca para simplemente mirarnos, tocarnos y dormir.
Va más allá de lo que las persona puedan pensar u opinar. Y eso que mi hija no me lo pidió llorando.

Sí, para algunas madres seré la más débil, para otras un orgullo. Pero lo más importante es lo que yo soy a mis ojos, a los ojos de mi familia.

No sé cuando sea el momento adecuado pero definitivamente este no lo es. Seré sentimental, seré entregada, seré la madre que mis hijos necesitan hasta que ellos lo quieran y aunque no. Siempre lo he pensado, ellos son mi mejor proyecto en la vida.

Me lamente por mucho tiempo no haber podido llegar más lejos con Nicolás y ahora que tengo la oportunidad no la dejare perder así de fácil. «un importante porcentaje de madres no logra pasar de unas semanas y una pequeña cantidad pasa de los dos años». Dice el doctor Carlos González entonces nosotras somos muy afortunadas.

Katherine Dettwyler en su libro, Amamantamiento, Perspectivas Bioculturales, relata que la práctica de amamantar hasta los seis años para los humanos comenzó a ser modificada, primero por el uso de fuego para cocinar (hace medio a un millón de años) y luego y más significativamente por el procesamiento de granos, moliendo o machacando, ambos proveyendo alternativas a vegetales no cocinados y carne animal cruda.
En Babilonia (3000 A.C.) se amamantaba durante 2 a 3 años.
Los Hebreos (Torah) mencionan un destete a los 3 años.
En Egipto el destete se recomendaba a los 3 años.
Los romanos creían que el destete completo no debía darse antes de los tres años de vida (Galen) o cuando tuvieran completa la dentición (Soranus).
En la Europa Medieval, el destete completo ocurría usualmente entre el año y los tres años de vida. En su libro, Mothering your Nursing Toddler, Norma Jane Bumgarner nos comenta:
“En India, influenciados por la creencia que cuánto más amamante un niño más años de vida tendrá, las madres amamantaban a sus niños lo más que pudiesen, a veces 7 o 9 años”. Los textos médicos en el período de Ayurvedic (1500 a 800 A.C.) recomiendan sólo leche del pecho para primer año, leches del pecho y sólidos durante segundo año, y el destete gradual después de eso.
¿Interesante verdad?
En cuanto encuentre más información sobre el tema les iré transcribiendo poco a poco.
En el camino estamos, orgullosas de haber aprendido juntas y agradecidas por ser tan bendecidas.
🙂

 

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Lactancia Materna: La leche de Vaca no es para humanos


“El humano es el único ser que toma leche que no es la de su especie, y que sigue mamando más allá de la época de lactancia”, afirma la médico cirujano y homotoxicóloga Marta María Espinosa.

Fuí una persona que creía que la leche era fundamental para los huesos, para crecer y ponerme bonita debía tomarla. En mi casa se comparaban cajas y cajas de leche, en una semana por lo menos nos terminábamos 12 litros, eso sumado a las cremas, quesos, yogures y demás.

Toda la vida hemos escuchado las recomendaciones en nuestras casas, el colegio, de médicos y en distintos medios sobre los beneficios de tomar leche: alta fuente de calcio, posee una gran variedad de nutrientes, previene la osteoporosis, etc.

Existe en México una publicidad fuertísima sobre beber mínimo 3 vasos de leche de vaca al día. En el canal Discovery kids pasan a su famoso DOKI tomando vasos de leche y diciendo que sus huesos están más fuertes, celebridades con bigotes de leche para promover determinada marca con su famoso got milk?.

Sin duda es una de las industrias más lucrativas en el mundo.

Pero en los últimos años, algunos estudios y especialistas se están alzando en contra del consumo de leche de vaca, especialmente por las alergias e intolerancia que estarían en aumento, aunque no hay cifras concretas.

La leche es una secreción glandular presente en todos los mamíferos. En la naturaleza hay cerca de 5000 especies, y los humanos somos sólo una de ellas. La leche sirve para alimentar a la cría hasta que esté en condiciones de alimentarse con autonomía. Ninguna otra especie continúa con el consumo de leche después del período de lactancia. Cuando crecemos, los mamíferos perdemos las enzimas que permiten la digestión de la leche, porque sencillamente no las vamos a necesitar más. Sin embargo los seres humanos ignoramos esa ley natural.

 
Tengamos en cuenta que cada leche es específica, es decir, que tiene una fórmula especial para cada especie y varía considerablemente entre una y otra. Tanto la leche de vaca, como la de oveja, la de ballena, la de elefanta, la de morsa o la de perra son diferentes entre sí, y difieren obviamente de la humana. La leche de vaca sirve para criar terneros, un animal grande con cuatro estómagos que llegará a pesar 300 kilos. La leche humana en cambio privilegia el desarrollo de la inteligencia.
Es importante que sepamos que la «leche de fórmula» -como la llamamos hoy en día- es leche de vaca modificada para adaptarla a los requerimientos del bebé humano. Pero no es un invento químico, como muchas madres creemos.

¿Cuál es el efecto nocivo más fácil de detectar en el organismo humano? El moco. La principal responsable es la caseína, una proteína abundante en la leche de vaca. El moco es la reacción saludable del organismo contra una proteína que no puede incorporar. Por lo tanto, en la medida que incorporamos leche o lácteos, el organismo segrega moco. El resfrío común deriva en dolor de garganta, luego en rinitis, sinusitis, bronquitis, otitis, neumonía, y en todas las infecciones respiratorias con las que conviven los niños durante la infancia.

A pesar de esta abrumadora realidad, los adultos no podemos creer que la leche, la bendita y maravillosa leche, se nos vuelva en contra. Preferimos apegarnos a nuestras creencias en lugar de hacer caso a la sabiduría innata del organismo de nuestros hijos.
¡Todos nuestros niños están repletos de mocos y no estamos dispuestos a relacionarlo con la ingesta de leche!

Existen tantos mitos con respecto a la leche de vaca, desde el combatir la anemia y que el niños crecerán fuertes como toros, hasta que no existe desayuno sin leche.
Lo cierto es que a la luz de la ciencia, la leche de vaca, no sólo no tiene hierro, y por lo tanto no es útil para combatir la anemia, sino que su contenido excesivo de aminoácidos contribuye a la osteoporosis.
La leche de vaca viene compuesta para hacer que los terneros doblen su peso en 47 días y adquieran 140 kilos en un año. Lo que no guarda relación con los seres humanos.
Es importante recordar que ninguna de las especies animales toman leche después de destetados, con excepción de los seres humanos.

La masificación del consumo de leche de vaca en el mundo es muy reciente. Los chinos y japoneses, en 5,000 años nunca tomaron leche de vaca, los incas, mayas y todos los pueblos antiguos jamás la tomaron.
El único pueblo de Asia que toma leche de vaca es India y es uno de los países que más problemas endémicos presenta en la salud mundial.
El alto contenido de grasa en la lecha de vaca es muy perjudicial. El yogurt tiene casi el 50 % de grasa, los quesos 60 a 70 %, la mantequilla 100 %.
Leche de vaca y diabetes

Una de las causas de diabetes juvenil es el consumo de leche de vaca, ya que provoca la destrucción de las celulas que producen la insulina del páncreas.
La relación de las cataratas y el consumo de leche está directamente relacionado, con la galactosa que contiene. Igualmente, en el cáncer de ovarios y próstata.

La incidencia del cáncer en mamas, ovarios y próstata es miles de veces menor en los pueblos que no la consumen. Los estudios confirman que el no consumo de leche disminuye este riesgo.

 
Intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa aparece desde los 4 años en el niño, quien no puede digerir este tipo de azúcar. Ello ocasiona gases, diarreas, cólicos. Inclusive la alergía a las proteínas de la leche es entre 5 al 10 % de la población mundial.
La leche es uno de los alergénicos más nocivos para el bebé. En la osteoporosis es una de las causas, los pueblos que no consumen leche de vacas tienen una incidencia mucho menor de osteoporosis que los que si la consumen.
Los lácteos tienen una relación directa con la osteoporosis, tanto la leche como los quesos y otros derivados.

Leche pasteurizada

Si la leche de vacas o productos derivados han sido pasteurizados, el problema es mucho mayor, su calcio y fósforo se torna nocivo y contribuye a la aparición de tumores cancerígenos en mamas, ovarios, próstata y colon. Evita los productos con leche pasteurizada.
De la leche de vacas si se pueden extraer algunos productos aislados que pueden tener alguna contribución positiva, inclusive serán muy útiles para los pueblos que padecen de hambre crónica, pero si se puede escoger y existen en el mercado otras opciones es preferible tomar otras opciones.

La alimentación tiene un gran número de posibilidades, debes escoger la mejor. La avena, quinua, kiwicha, soya, trigo, centeno, son otras opciones.

Un yogurt natural, sin azúcar, igualmente puede ayudar en la flora intestinal, o como parte de una cura del tracto digestivo, pero no tomar en exceso ni toda la vida. Evitar el yogurt y la leche entera con azúcar o frutas  pues contribuyen a la acidez de todo el organismo, principalmente para acrecentar ciertos dolores o enfermedades crónicas.

En todo caso prueba con dejar los lácteos por unos tres meses para ver como te sientes. Hazte todos los exámenes antes y después para ver los cambios, sobretodo en tu estado de ánimo y metabolismo.

Bibliografia:
Laura Gutman
Vida ok
Marta Espinosa

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Lactancia Materna: ¿Hasta Cuándo?

 

Hace unos días que me encuentro confundida, no se realmente qué es lo que quiero hacer. Por un lado quisiera destetar a Sophie al año, pero por otro quiero seguir…

¿Mis razones? Necesito mi vida social, sí yo se que aun con Sophie puedo salir, he ido con amigas a desayunar, al cine etc. Pero nunca la he dejado. Debo confesar que necesito salir sola, necesito tener algún espacio para mi y al aceptar esto algunas veces me siento egoísta.

No es que me quiera ir una semana de vacaciones y dejarla, simplemente quiero irme a cenar con mi esposo dos horas tal vez por la noche, ir al cine, salir a caminar. Tener tiempo a solas con Nicolás que a esta alturas ya lo extraño muchísimo, platicar con el o irme a comer solamente el y yo.

Sophie nunca se ha quedado con nadie, así que no se por donde debería empezar. Me gustaría poder seguir dándole pecho pero también poder dejarla unas horas algún día, ¿estoy mal? Por nada acepta la mamila, pero si le he dado en vasito agua o jugo, le gusta la comida, pero como ya les conté come muy poco y me quedo tranquila porque toma leche materna.

Pues en ese dilema estoy, quisiera hacer todo a la vez. Recuerdo que una vez leí de Carlos González que las madres que amamantan tienen más libertad que las que dan el biberón. Necesito respirar esa libertad de la que tanto se habla.

La liga de la leche me dice que los bebés se acostumbran y entonces cuando llega mamá toman la leche que no tomaron. Si yo pudiera salir dos o tres horas, volver y darle pecho estaría tranquila, pero como no he podido hacerlo estoy pensando fuertemente en el destete.

Buscando un poco de información encontré que la lactancia tiene una duración característica para cada especie de mamífero; pero en el ser humano esta duración está bajo la influencia de la tradición y las normas sociales, y es distinta para cada cultura y para cada época.

Esto quiere decir también que yo me siento «presionada» por así decirlo porque tiene 9meses y ya muy poca gente lacta a sus bebés hasta esta edad. Entonces no se sabe con certeza cuál es la edad biológicamente «normal» del destete; es decir, la edad a la que se destetaban los niños hace cientos de miles de años, cuando aparecieron los primeros Homo sapiens.

Los datos procedentes de distintas culturas humanas, de la comparación con otros primates, y de madres norteamericanas actuales que esperan al destete espontáneo de sus hijos coinciden en que la duración normal de la lactancia está probablemente entre los dos años y medio y los siete años.  Aquí en mi familia me matan si Sophie llega a los 3 años con la teta, ¿porqué? Pues no lo se.

La OMS, el UNICEF y la Asociación Nacional de Pediatría recomiendan amamantar durante al menos los 2 años; La Academia Americana de Pediatría recomienda hacerlo al menos un año, y proseguir mientras madre e hijo quieran. Bueno pues, yo me debo plantear la pregunta ¿Qué quiero? (supongo) Me gusta amamantar, de hecho me encanta, a las dos. Y quiero salir.

Esos dos puntos los tengo claros, ahora no entiendo porque no pueden ir de la mano. Carlos González dice que la lactancia prolongada no causa ninguna enfermedad psíquica ni física al hijo o a la madre, por lo que no esta justificado recomendar y mucho menos imponer el destete a una edad determinada. El principal problema que sufren las madres que dan el pecho más de un año son las críticas de quienes les rodean. Si, también le tengo miedo a las criticas, tengo miedo de que Sophie en algún momento se sienta incomoda por algo que es realmente tan natural y NORMAL.

Entonces, ¿qué opinamos del destete espontáneo? Todos los niños dejan el pecho, tarde o temprano, aunque la madre no haga nada para destetarlos.

El destete espontáneo es poco probable antes de los dos años, y prácticamente imposible antes del año (otra cosa es que el niño deje el pecho porque se le ha acostumbrado al biberón). Y a ratos me siento una loca queriendo destetarla a «la fuerza» cuando ella lo que más disfruta es su «titi».

Contrariamente a una creencia muy extendida, la frecuencia de las tomas no va disminuyendo progresivamente desde el nacimiento hasta el destete. Cuando se da el pecho a demanda, el número de tomas al día se mantiene bastante estable durante meses, y aunque puede disminuir alrededor del año, suele volver a aumentar hacia los dos años, edad en que muchos niños maman con gran frecuencia, día y noche, pues no lo hacen sólo para comer, sino buscando contacto, consuelo y seguridad.

Finalmente las tomas vuelven a espaciarse, y antes del destete definitivo los niños suelen pasar una temporada en que sólo maman para dormir. Algunos niños dejan el pecho de forma abrupta, incluso anunciando ellos mismo la fecha del destete, por ejemplo en uno de sus cumpleaños; pero también es frecuente que se produzcan mamadas esporádicas separadas por varios días sin mamar. Por favor pido un poco de ayuda, ¿ustedes que hacen? Nunca salen, salen siempre con su bebé…

 

Vía, El Destete: Manual práctico de lactancia materna, Carlos González, ACPAM

 

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Alimentación complementaria

 

Poco les he contado de lo que come Sophie, veamos:
Por la mañana comió 6 trocitos de mango y una cucharada de avena, al medio día 3 probadas de pan con jamón, por la tarde mordisqueo un apio y no ceno. Leche materna a demanda.


¿Qué pensarían ustedes?

Pues que ha comido poco, que no se alimenta de nada, que se me va a morir y esas cosas.
Bueno pues, me encontré con una valiosa información que les comparto. Ojalá hubiera tenido esta información con Nicolás, nos hubieramos evitado muchos dolores de cabeza.

La composición de la leche materna varía, al comienzo de una tetada es más rica en agua y azúcares y su contenido en lípidos es bajo, a medida que el bebé sigue mamando los lípidos van en aumento, hasta 5 veces más; de ahí la importancia de que se complete una tetada y no se retire al bebé de un pecho antes de que acabe. También la composición calórica de la leche materna cambia durante la edad del bebé, tiene más calorías al año que a los 3 meses, y más a los dos años, así sucesivamente, con lo que la afirmación de mucha gente sobre que la leche materna a partir de “x” edad no alimenta, es totalmente falsa y contraria a la realidad.

La composición de la leche la regula el bebé de acuerdo a 3 factores: la duración de la tetada, el tiempo entre tomas y su succión. El tamaño del estómago de un bebé es pequeño, así que, si se retira a un bebé del pecho antes de que llegue a la parte grasa, tendría que tomar mucho volumen de la leche del otro pecho (más aguada por estar al inicio de la tetada) para conseguir las mismas calorías, y puede suceder que no les quepa, por lo tanto no tomen las calorías que necesitan. Y como es imposible, hasta para la madre, saber lo que ha tomado el bebé, es importantísimo que no se interfiera en ninguno de los factores, eso se consigue con una lactancia a demanda.

En la actualidad se recomienda la introducción de la alimentación complementaria (esto es, otra cosa que no sea leche), a partir de los 6 meses. Esta recomendación ha ido variando a lo largo de la historia, y no digamos ya, el orden de los alimentos, nuestros antepasados no dejaban comer fruta a los niños hasta pasados los 4 o 5 años, pero lo curioso del caso es que en un principio se introducía muy tarde la alimentación complementaria a los 12 meses, luego, a raíz de la introducción de la leche de vaca en lugar del pecho (revolución industrial), se tuvo que adelantar muchísimo la introducción de alimentos para paliar las deficiencias, sobre todo de vitaminas, de la leche de vaca. Hasta tocar suelo en recomendar la introducción de alimentos a los 15 días. Posteriormente, y gracias a que las farmacéuticas han ido incorporando vitaminas a la leche de fórmula, se ha ido alargando otra vez la edad en la que se recomienda introducir alimentos hasta la edad actual, 6 meses, pero hay visos de que esta edad todavía se va a retrasar más.

Por todo esto vemos que no debe haber una urgencia real por hacer comer a nuestros pequeños, por un lado la leche materna (y también la de biberón) tiene más calorías que la fruta y las verduras (recordemos el pequeño tamaño del estómago de los bebés), no tiene sentido sustituir tomas de leche por papillas de verdura o fruta. Si fuese una cuestión de carencia de algún nutriente realmente importante para el desarrollo del niño, los pediatras no se arriesgarían a que un bebé quiera comer o no, a que su mamá le prepare una buena papilla o no, darían unas gotas con el suplemento y listo. Entonces…, ¿cuál es el motivo para introducir alimentos?, pues según Carlos González, el aprendizaje.

Es bueno que un bebé se «siente» a la mesa con los adultos, vea como comen, se interese por la comida, cuando un bebé coge un chícharo con los dedos y se lo mete en la boca está aprendiendo mucho, psicomotricidad fina, acertar en la boca y no en un ojo, aprender a decidir (si le gusta o no), a distinguir sabores y texturas, a comer solo…; en cambio, un bebé que se toma un puré no está aprendiendo nada, se lo da su madre, no distingue sabores ni texturas porque está todo triturado, y para el futuro no se sirve de mucho ya que los adultos no comemos la comida triturada.

En cuanto a la introducción de alimentos no está demostrado qué es mejor introducir antes, así que eso da lo mismo, lo que hay que tener cuidado es con las cosas alergénicas como huevo, leche (derivados) y pescado, él no recomienda que se introduzcan antes del año hayan o no condicionantes familiares (por si acaso), la leche y derivados se refiere a niños de pecho, con 4 o más tomas diarias no necesitan tomar ningún lácteo más. Si el bebé ya toma biberones de leche artificial no hay problema por que tome yogures.

La única carencia que puede haber si un bebé sólo toma leche, es el hierro, la leche materna tiene muy poco hierro, pero es que debe llevar poco, es curioso que el cuerpo materno filtra el hierro, si la madre toma suplemento de hierro la leche no se ve afectada, los bebés tienen reservas incluso hasta pasado el año, y ¿de dónde las sacan?, pues del cordón umbilical, si no se corta demasiado pronto el bebé dispone de reservas de sobra, pero hay bebés que no, que se les ha cortado el cordón demasiado pronto, así que puestos a introducir alimentos hacerlo con carnes, y si el bebé no quiere y se sospecha que le puede faltar hierro hacerle análisis y darle el suplemento necesario.

Recordemos que el estómago de los niños es pequeño, que necesitan tomar cosas que les aporten calorías con poco volumen, de ahí la explicación de que les gusten poco o nada las verduras y mucho la pasta, pero es porque las verduras les aportan muy poco. Si a un niño no le fuerzas a comer la verdura llegará un momento que comerá una poca, y luego más, pero si le fuerzas lo más probable es que acabe aborreciéndola.

Dejen al niño «tranquilo», en permitir que coma de lo que quiera, que los gustos cambian con la edad y con las necesidades de crecimiento y desarrollo, tal vez un bebé con 9 meses come más que ese mismo bebé a los 2 años y es debido a que el crecimiento es más rápido con 9 meses que con 2 años. Y en caso que ese niño no gane peso o incluso lo pierda, si tras los análisis y pruebas está bien, hay que dejarlo «tranquilo», si no lo está se le dá el suplemento que le falte y se le deja tranquilo también, no hay que forzar a comer a los niños.

Haciendo historia, la preocupación por la cantidad que comen los niños no aparece en los libros de pediatría hasta que no se empezó a adelantar la edad de introducción de alimentos y las cantidades «fijas» un plátano, una pera, una naranja, cuarto y mitad de pollo…, y hoy en día es la causa principal de visitas al pediatra. Lo atribuimos a las expectativas, las recomendaciones de comida que ha de tomar un bebé son tan rígidas y exageradas que raro es el niño que las cumpla, ni un adulto diabético está sometido a tan férrea disciplina alimenticia.

Espero que esta información les sea de utilidad.

Extraído de la Charla de Carlos González en Godella.

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Sorteo con Baby Outlet – Ganadoras.

 

Las ganadoras del sorteo Nutri Baby con Baby Outlet México son:
Angelica B G
Liz
Ariadna
Muchas felicidades!!!

Tenemos un lindo sorteo para los lectores del blog, en compañía de Baby-Outlet México queremos promover una alimentación balanceada y nutritiva para nuestros hijos por lo que hemos organizado del 16 al 27 de mayo del 2011 una serie de platicas y artículos que promueven una buena alimentación así como el sorteo para premiar a las mamás.

La dinámica de participación es muy sencilla: a través de un sorteo elegiremos a 3 mamás mexicanas, a quiénes se les hará llegar un vale por $250 MXN intercambiable en las tiendas de Baby Outlet México por mercancía de cualquier marca.

Condiciones

– Vivir en la República Mexicana
– Click en el “me gusta” de la pagina en facebook de Ishamommy y click en el «me gusta» de la pagina en facebook de Baby- Outlet.
– Contestar éste post contándonos por qué quieres ser una de las 3 ganadoras e indicar tu Estado y Ciudad de residencia.
– Solo una respuesta a este post por mamá.
-No olvides poner tus datos de contacto.

Generalidades
– Solo se eligirán al azar a 3 ganadoras.
– El sorteo será el próximo 25 de mayo.
– Se entregarán solamente un vale canjeable de $250 MXN intercambiable en las tiendas de Baby Outlet México por mercancía de cualquier marca a cada participante ganadora.
– Tienes hasta el 25 de mayo para participar ya que se anunciarán a los ganadores el 27 de mayo.

¡Mucha suerte!

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Lactancia contra reloj.

En el pecho, además de comida, el bebé busca y encuentra cariño, consuelo, calor, seguridad y atención. No se trata tan sólo de alimento, el bebé reclama el pecho porque quiere el calor de su madre, la persona más conocida para él.

En mi experiencia una de las grandes razones porque no funcionó mi lactancia con Nicolás fué el mirar el reloj. Mi ginecóloga me indicó en el hospital que debía darle pecho cada 3 horas no antes, argumentaba que la leche tarda en «fabricarse» y que si yo le daba antes no dejaba que la producción terminara como debía de ser.

Él como es normal lloraba, pues necesitaba más alimento o más tiempo en el pecho, algunas veces supongo que sólo necesitaba mamar y sentirse cerca de mi. Sí, algo en mi interior me decía que le diera pero no lo hice, los médicos deben tener razón ¿no?

Al mes siguiente en la cita con el pediatra me dijo «recuerda a libre demanda, pero no antes de las 3 horas» yo no sabía que pasaba con mi cuerpo, porque no lograba «llenarlo» y que aguantara 3 horas o más sin pedir pecho. La gente comenzó a decirme que no se llenaba, que lloraba de hambre y que necesitaba ayudaditas de fómula. Así empezó a ir en picada mi lactancia, primero el chupón para entretenerlo un rato, luego la fórmula para complentar. De a poco mi cuerpo fue entendiendo que no necesitaba alimentar a ningún bebé porque me lo pegaba cada tres horas y para ese entonces mi bebé estaba cansado, ya con formula y sólo se quedaba dormido, cinco meses y dejé de producir leche, poco a poco rellenaba más a mi bebé con el biberón y otras veces lo entretenía con el chupón. Me hubiera encantado tener la información de ahora para saber que la lactancia no funciona con un reloj en mano y que la leche se produce al momento en que el bebé está mamando, no antes, no después.

¿Cómo funciona la lactancia materna?

Es decir, explicarlo para que se entienda que el pecho no funciona con un horario rígido, ni cada tres horas, ni contando los minutos que está el niño; sino que funciona a demanda, cuando el bebé quiere, en el momento que quiere, el rato que quiere. Algunos necesitan mamar más, otros menos.

En el pecho, además de comida, el bebé busca y encuentra cariño, consuelo, calor, seguridad y atención. No se trata tan sólo de alimento, el bebé reclama el pecho porque quiere el calor de su madre, la persona más conocida para él. Por eso lo importante de dar el pecho no es solamente contar las horas y los minutos o calcular los mililitros de leche, sino el lazo de unión que se establece entre ambos y que es una suerte de continuación del cordón umbilical.

No hay que seguir ningún horario, el reloj no ha de ser quién debe saber que tu hijo tiene hambre, el que lo sabe es tu hijo, y si tiene hambre, pues la tiene.

Hay que ofrecerle el pecho cuando lo pida. Y si no se asegura de que lo está pidiendo la manera más fácil es ofrecerlo. No queda más que intentarlo, ahora les digo en mis dos experiencias en lactancia, la primera fracasó y me sentí perdida, triste y perdí seguridad en lo que mi cuerpo podría hacer. En la segunda experiencia que no he mirado el reloj, ni me he sentado a darle de un pecho 10min del otro sólo 5min o al revés, mi lactancia sigue funcionando de maravilla, llevamos ya 8 meses y contando.

Todas tenemos la misma capacidad para producir leche, la naturaleza no dota a unas con más y a otras con menos, tampoco les da «buena leche» a unas y otras «mala». Es sólo cuestión de seguir nuestros instintos, de ofrecer el pecho cuando el bebé lo requiera, así el cuerpo produce según la demanda del bebé.



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