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Mi bebé no es gordita, algo hice mal.

 

Como saben la nena ha estado muy malita, primero fué una infección respiratoria, después de eso comenzó con diarrea. Como siempre yo muy angustiada llamé al pediatra el cual me aseguró no sucedía nada grave, enterogermina  una suspensión de esporas de Bacillus clausii, habitantes normales del intestino, por 5 días. La nena mejoró notablemente pero aún así se negaba a probar alimento alguno, lo único que pedía era titi (pecho) y yo me quedaba tranquila pues sé que por lo menos hidratada y alimentaba estaba.

Hoy estuvo un poco mejor, comió un poco de fruta por la mañana y otra vez titi. Hemos tenido las tetadas más largas de nuestra historia de lactancia, hoy por lo menos hubo una de 40 minutos. Yo estoy completamente segura que el beneficio es grande para ella, más cuando está tan enfermita, pero algo le sucede al padre que no termina de convencerle. Uno de esos días cuando estábamos por salir para llevarlos al kinder, Sofi sólo quería tomar pecho y se lo dí, acto seguido el padre le trajo un jugo de esos pequeños de cajita con un popote y agregó «Por lo menos que tome jugo» la nena se negó y el le dió dos o tres tragos muy a la fuerza. Yo no dije nada, hasta este punto sólo estaba mal humorada porque mucho le he platicado lo que contiene mi leche vamos tengo un blog casi dedicado a promover la lactancia como para recibir ese tipo de comentarios que en realidad me hacen sentir que no doy suficiente a mi hija, lo que pensé en ese momento fué que él prefería darle tres tragos de jugo en lugar de la leche materna, no opiné que para eso tengo el blog y no me metí en ningún lío.

Antes de llegar a la escuela le dí pecho y por lo menos yo me quedé tranquila, pues ella por lo menos estaba hidratada y sólo serían tres horas ahí, al recogerla la maestra me dijo que tomó mucha agua y que probó un poco de arroz que le había mandado. Hasta este punto todo está bien.

Al final de la semana, el viernes escucho un comentario como este » A ver si el sábado o domingo intentas darle menos pecho para que coma un poco más». Sí yo hervía, pero igual no dije nada, respondí que sí, que así haríamos. Y toda esa tarde la nena pegada al pecho, total estábamos las dos solitas y podíamos.

Hoy sábado, la nena no había hecho más diarrea, al fin felices porque ella parecía estar restableciéndose, tenía un poco de hambre lo cual era buena señal, pero luego de un rato me pidió titi y así medio dolorida por que ha sido mucho tiempo en estos días de amamantarla me acosté con ella para darle y de paso que durmiera una siesta. Para nuestra sorpresa se acerca el padre y le dice a la nena «¡Ya Sophia deja esa titi, ya estás muy grande para eso!» me sentí fatal, lo que quiera decir está bien que me lo diga a mi, ¿pero a la criatura? y se lo dije, en un tono bastante lindo y agarrando paciencia de quién sabe donde: «¡No le digas eso!» a lo cual respondió » Tú bien lo sabes,¡ya está muy grande para eso!» y se fue.

Ya estaba un poco sensible, entre sentirme culpable e insegura, me comienzo en esos momentos a cuestionar tantas cosas, desde sentir que la crianza natural es pesada cuando todo el mundo te señala pero se vuelve casi insostenible cuando en tu propia casa se te señala, he explicado varias veces, he ido a reuniones con la liga de la leche, pertenezco a un grupo de madres que dan el pecho y a bebés mucho más mayores que la mía, intercambio información sobre lactancia prolongada en twitter y en facebook, en este punto me pregunto si él no me sigue o si no es mi amigo en Facebook, si no lee mi blog… Y me surge preguntarle ¿Alguna vez has leído mi blog? 

– Pocas veces, cuando me sale anunciado en Facebook.

-Wow 

No sé porque tengo la sensación de soledad, tristeza, un algo de desconcierto y preocupación. Claro, no escribo para que él me lea, escribo por necesidad, por gusto, la mayor parte de las veces por pasión pero sobre todo porque estoy convencida que este grupo de madres blogueras estamos aquí para ayudar a otras, ese es el principal motor. Y entonces me doy cuenta que seguramente es por eso que no me lee (me convenzo de ello) pero una no se puede hacer bruta a una misma.

Así salimos a comer y ya en el restaurante me llega la última bomba «Mira mi nena, qué flaquita está» -«Pues sí, estuvo enferma a penas ahora se está reponiendo, además ¿de dónde quieres que sea gordita? mira tu eres flaco y yo siempre he sido delgada, desde bebita me dices que le demos formula para que esté gordita, que a ver si cuando le dejo de dar el pecho entonces ella engorda» -«No es un ataque a ti, sólo estoy diciendo que está muy flaquita, mírale las ojeras, ¿no se las notas?» «Pues sí, pero que ha estado enferma te digo, es normal» Fatal, fatal, fatal… Patética yo llorando en un restaurant y es que siempre he sido muy de lágrima fácil, casi que no logro contenerme y vaya que hago el esfuerzo.

Me sentí ofendida, desvalorizada, un poco o mucho tirada al olvido. Entonces este hombre no sabe lo que tengo en la mente, no sabe los libros que he leído, menos mis convicciones o de lo que hablo, promuevo y comparto. Y este hombre duerme a mi lado.

El problema más allá de entendimiento creo que tiene que ver con la onda cultural un bebé ″gordito″ en nuestra cultura se ve a menudo como un bebé sano y hermoso. Es más, se considera que una mamá que tiene un bebé gordito, es una mamá que está haciendo un buen trabajo. ¿Han visto las fotos de mi niña? pues lejos está de tener un poco de grasita. El hecho de que un bebé sano se haya asociado durante mucho tiempo en nuestra cultura con un bebé que se ve ″gordito″ tiene su lógica, Un bebé gordito tenía más posibilidades de sobrevivir un problema de salud que uno que no estuviera bien alimentado. De ahí viene en parte el valor que le dan muchas culturas, incluida la nuestra, a un bebé con exceso de peso.

Mi leche le aporta a mi hija, según estudios científicos: 

“Aún mucho después del primer año de vida, la leche materna continúa proporcionando cantidades sustanciales de nutrientes clave, especialmente proteínas, grasas, y la mayor parte de las vitaminas”.
–Dewey, 2001

En el segundo año de vida (12 a 23 meses), 448 ml de leche materna proporcionan:
29% de requerimientos de energía
43% de requerimientos de proteína
36% de requerimientos de calcio
75% de requerimientos de vitamina A
76% de requerimientos de ácido fólico
94% de requerimientos de vitamina B12
60% de requerimientos de vitamina C
–Dewey, 2001
El amamantar durante y después de la infancia ayuda a los bebés y a los niños pequeños a hacer una transición gradual hacia la niñez plena. La lactancia materna es una manera cálida y amorosa de cubrir las necesidades de los niños pequeños. Les ayuda a calmar las frustraciones, golpes y heridas, y el estrés diario de la niñez temprana.

Después de escribir/leer todo esto, ¿alguna podría explicarme porqué me sigo sintiendo culpable? Sé que estoy haciendo un gran trabajo y que nunca lograré que mi hija se vea gorda, pero si de casualidad el padre de la criatura lee esto, me encantaría supiera que las palabras tienen gran peso y pueden afectar a la seguridad de cualquier persona, incluida la hija.

No sé qué tanto más logremos soportar la presión social, espero que el día que dejemos la lactancia sea por nuestra decisión, de no ser así me sentiré triste por no tener el valor de luchar con tanta gente y es que estar involucrada en problemas es algo que no va con mi naturaleza…

Seguiremos informando…

 

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